Comunidades religiosas de diferentes credos de Tucumán reconocieron la destacada trayectoria de monseñor Luis Villalba en los 12 años que estuvo al frente del Arzobispado. Rabinos, pastores de distintas iglesias cristianas y sacerdotes de la Arquidiócesis, entre otros, despidieron cada uno a su manera al arzobispo emérito, y le expresaron su gratitud por el empeño que puso en contribuir a la paz de los tucumanos. La semana pasada la comunidad judía le ofreció un homenaje en la Kehilá, al que concurrió con el padre Leonardo Valoy, representante en la Mesa de Diálogo Interreligioso de Tucumán junto con miembros de la comunidad judía. En la Kehilá recibió una amistosa bienvenida, en la que tomó contacto con los jóvenes. Lo agasajaron el rabino Salomón Nussbaum, el titular de la Kehilá, Simón Litvak; Fabián Neiman, de la DAIA local, y Esteban Osatinsky, cabeza de la Unidad Sionista de Tucumán.
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