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El artista ítalo-argentino que aspira a la magia y a la ligereza

El artista plástico ítalo-argentino Alessandro Kokocinski fue invitado a participar en el pabellón italiano de la Bienal de Venecia con dos esculturas. “Koko”, como todos lo llaman, es hoy uno de los principales protagonistas del arte en Italia, donde nació en 1948 en un campo de refugiados en Senigaglia. Ese fue el comienzo de una vida de aventuras: vivió entre los indígenas en Misiones, fue acróbata y domador en un circo que lo llevó, con sus padres y su hermano, a la Argentina, donde inició su vida artística y sus compromisos políticos. “Con mi hija Maya (nacida en Chile en la época del presidente Allende) en la Bienal hicimos una operación que propuso el fotógrafo Oliverio Toscani. Confrontamos no solo generacionalmente: yo presenté dos esculturas y ella, sus cuadros. Hice la figura de un crucificado que no representa el sacrificio de Cristo, sino el de un personaje violado, muerto. La otra figura es Pulcinella , la más famosa máscara napolitana de la comedia del arte. Hoy Pulcinella es un personaje emblemático. Su máscara es inútil, el cinismo es tan grande como el alejamiento de los sentimientos, así que no hay necesidad de máscara”. Con dos muestras en Roma, otra que acaba de concluir en Peruggia y una que está por comenzar en el Festival de Dos Mundos de Spoleto, Kokocinsci cree que “el arte se ha convertido en una expresión de conceptos de la nada, que no emociona más”. Y agrega: “Hoy todo se hace en nombre del divertimiento. Pero el arte debe reflejar los sentimientos. Mientras una persona pueda emocionarse, tenemos que seguir creando según lo que sentimos”. Mientras prepara también una gran antológica en Palermo, Kokocinski sigue de cerca la fusión de las figuras de bronce (en Nápoles) de lo que será el monumento a las víctimas del atentado terrorista contra la AMIA-DAIA en Buenos Aires. “Tendrá medidas monumentales: 22 metros de largo por 5 de alto. Será ubicado en la plaza República Oriental del Uruguay”, explica el artista. Adentro serán colocados siete paneles y, en dos de ellos, estará la historia del atentado y los nombres de las víctimas.