El dictador nazi Adolf Hitler (1889-1945) sigue siendo hasta hoy ciudadano de honor de la ciudad austríaca de Amstetten, de triste fama mundial por ser el hogar de Josef Fritzl, quien esclavizó y violó a su hija durante 24 años, informa hoy la emisora pública ORF.
Según denunció el concejal del partido verde ecologista, Raphael Lueger, los responsables del ayuntamiento de Amstetten saben desde hace años de esa ciudadanía de honor pero nunca quisieron hacer nada para revocarla.
«Siempre dijeron de que la cosa se sobreentiende, que no hace falta una revocación por separado. Pero yo me pregunto: ¿por qué no se revoca simplemente?», dijo Lueger en declaraciones a ORF.
Hitler estuvo en el año 1939 de visita en Amstetten, una ciudad que se encuentra a 130 kilómetros al oeste de Viena, y desde entonces lleva oficialmente el título de «ciudadano de honor».
Ante las críticas lanzadas por los ecologistas a través de la prensa austríaca, el alcalde socialdemócrata de la ciudad, Herbert Katzengruber, ha prometido reaccionar. «Debemos dar una señal hacia fuera y eliminar este tema y declarar la ciudadanía de honor (de Hitler) como nula y sin efecto», manifestó el alcalde en declaraciones a la emisora pública.
Según el edil, el consejo del ayuntamiento de Amstetten se reunirá lo antes posible para tomar este paso.
Pero el caso de Hitler no es el único que ocupará a las autoridades de la ciudad. Tal y como exigen los ecologistas, se estudiará también la revocación de la ciudadanía de honor de Paul Scherpon, un antiguo teniente de alcalde de la ciudad y miembro del partido nazi.
Amstetten, de 23.000 habitantes, fue escenario de uno de los peores crímenes de la historia de Austria, descubierto en mayo de 2008, cuando salió a la luz que Josef Fritzl había encerrado a su hija Elisabeth durante 24 años en un sótano, donde la violó sistemáticamente y con la que tuvo siete hijos.