PRENSA

Tratan de salvar a Auschwitz de los estragos del tiempo

Las barracas de ladrillo rojo en las que vivieron reclusos hambrientos están cayendo en ruinas. El tiempo retuerce los zapatos de cuero de las víctimas. Cabello cortado para tejido se está volviendo polvo. Auschwitz se está desplomando. El más poderoso testimonio de los crímenes del nazismo es destruido por la edad y el turismo masivo. Ahora, guardianes del memorial se afanan por salvar lo que puedan antes de que sea demasiado tarde, destacó AP. Funcionarios lanzaron a fines de enero una campaña global para recaudar 120 millones de euros (165 millones de dólares) para crear un «fondo perpetuo» cuyos intereses puedan ser empleados para reparar barracas, torres de vigías, crematorios y otras estructuras den el museo estatal Auschwitz-Birkenau den el sur de Polonia. Los nazis abrieron Auschwitz poco después de invadir Polonia en 1939, el acto que desató la Segunda Guerra Mundial, usándolo inicialmente como campo de concentración para polacos y prisioneros políticos. Al implementar el plan para exterminar a judíos, gitanos y otros grupos en Europa, los nazis construyeron junto a Auschwitz el campo de la muerte de Birkenau.