PRENSA

Apoyo a Obama, tras su discurso en Arizona

Fue, sin duda, un momento definitorio. Pese a la profunda polarización política que se observa actualmente en el seno de la sociedad estadounidense, el discurso que el presidente Barack Obama pronunció durante la ceremonia organizada para conmemorar a las víctimas de la masacre de Tucson fue aplaudido ayer con la misma fuerza tanto por los analistas republicanos como por los demócratas. Obama logró trascender el duro debate que generó el ataque poniendo todo el acento sobre la necesidad de recuperar la civilidad y la cordura en la retórica política sin acusar a nadie. Sabía que corría el riesgo de ser acusado de politizar la tragedia. Sin embargo, centrando su atención sobre la víctimas, Obama humanizó su mensaje político e hizo llorar a más de uno de los presentes.n “La perdida de esta gente maravillosa debería alentarnos a ser mejor en nuestra vidas privadas, a ser mejor con los amigos, vecinos, colegas y con nuestro padres” dijo Obama. El momento más emocionante fue cuando Obama se refirió a la muerte Christina Taylor Green, un pequeña de nueve anos que soñaba con poder ser un día una diputada como la legisladora Gabrielle Giffords. “Quería conocer a su representante, alguien que –estaba segura– podía ser un buen ejemplo. Veía todo a través de los ojos de una niña, sin una pizca de cinismo o acidez”, dijo Obama y agregó: “Deseo que vivamos a la altura de sus expectativas. Deseo que nuestra democracia sea tan buena como ella la imaginó…”.