PRENSA

Alemania encubrió a Eichman por ocho años

En una impactante revelación que conmovió al país, un documento de inteligencia divulgado por el diario tabloide Bild sostuvo que las autoridades alemanas sabían desde 1952, ocho años antes de su irregular detención en Buenos Aires, que el criminal nazi Adolf Eichmann se escondía en la Argentina.
El oficial que sirvió para Adolf Hitler, arquitecto de la “Solución Final” que exterminó a seis millones de judíos, podría haber sido apresado años antes ya que los servicios secretos germanos conocían su paradero. “Eichmann no se encuentra en Egipto, vive en Argentina bajo el nombre falso de Klement”, aseguraba un informe reservado de 1952.
El criminal nazi fue capturado en Argentina en 1960 por agentes secretos israelíes y, luego de ser juzgado, fue condenado a muerte en 1962. Sin embargo, según la investigación de Bild, los servicios alemanes no hicieron nada para arrestarlo y esperaron hasta 1958 para informar a Estados Unidos sobre el paradero del ex oficial de las SS.
El hallazgo documental, que forma parte de la investigación de la historiadora Bettina Stangneth en un libro sobre la vida de Eichmann que será publicado el próximo mes de abril, pone de manifiesto que Alemania siguió protegiendo a los jerarcas nazis ocultos muchos años después de terminar la Segunda Guerra Mundial.
Al ocultar su verdadera identidad, Alemania encubrió al hombre que, en el verano de 1941 fue uno de los primeros en hablar de la “Solución Final” y el 20 de enero de 1942, asistió a la Conferencia de Wannsee, donde se decidió enviar a millones de judíos europeos a las cámaras de gas. Además, Eichmann se ocupó personalmente de preservar en todo momento, aún en medio de los combates contra las fuerzas aliadas, la capacidad de exterminio de los campos nazis, manteniendo el flujo constante de víctimas.
En 1944, el criminal nazi le informó a Himmler que unos cuatro millones de judíos habían sido asesinados en los centros de detención y que unos dos millones más habían sido fusilados o asesinados por las unidades móviles.
Su epílogo llegó con su captura el 13 de mayo de 1960 por agentes israelíes en la Argentina tras lo cual fue trasladado en secreto a Jerusalén, donde se lo juzgó por su responsabilidad en el asesinato de un tercio de la población judía de Europa. Su proceso, que culminó con la pena de muerte, atrajo la máxima atención mundial luego de los Juicios de Núremberg de 1945-1946. Y volvió a poner sobre la lupa las condiciones bajo las cuales el gobierno argentino cobijó a los jerarcas que mataron a seis millones de judíos, gitanos y otras minorías, además de provocar la Segunda Guerra Mundial.