La embajada de Bolivia en Buenos Aires había cuestionado las expresiones de Mauricio Macri sobre una «inmigración descontrolada», pero luego el jefe porteño se mostró con representantes de la comunidad boliviana y paraguaya en una conferencia y explicó que rechazaba «todo acto discriminatorio o xenofóbico». Evo Morales a su vez, si bien reprochó que hubiera bolivianos implicados en la usurpación, consideró «grave, gravísimo» la muerte de ciudadanos de su país «por más que hayan tomado tierras» y elevó un pedido a la Argentina para que se investigue.