La enviada especial de los Estados Unidos para Monitorear y Combatir el antisemitismo, Hannah Rosenthal, se reunió ayer con el canciller Héctor Timerman. Fue un día después de ver a los directivos de AMIA. La Cancillería informó que Timerman y Rosenthal hablaron de las consecuencias de los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la mutual judía (1994). La visita coincidió con el sugestivo silencio que sigue manteniendo el Gobierno, que aún no replicó al rechazo que Irán le dio a la propuesta de Cristina Kirchner para que un tercer país sea sede de un juicio a los iraníes acusados del ataque a AMIA.
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