PRENSA

Nota de interés: El estigma de los gitanos. Por Claudio Fantini (*)

Francia generó una crisis europea por la masiva deportación de inmigrantes ordenada por Sarkozy. La venganza judicial. Es un pueblo antiguo y enigmático. Posee un alma co- lectiva y costumbres ancestrales, pero padece amnesia con la propia historia. Por eso, sobre el origen de los gitanos hay más leyendas que certezas: que descienden de Caín, que son la tribu perdida de Israel, que forjaron los clavos de Cristo y por eso fueron condenados a deambular por el mundo, etc. La palabra «gitano» forma parte del misterio. Sucede que, al ingresar a la Península Ibérica desde el norte de Africa, los españoles los llamaron «egiptanos» por creerlos originarios de Egipto. Los parentescos lingüísticos revelan que provienen del norte de la India, donde habitaron hasta el siglo V los te- rritorios que hoy ocupan los estados de Sindh, Punjab y Uttar Pradesh. Pero en la diáspora acumularon mitos y creencias persas, asirias y hebraicas, entre otras, que se mezclaron en un extraño brebaje cultural plagado de ma- gia y adivinación. El verdadero nombre es «Romani . Y además de la fal- ta de vocación para recopilar su pasado, los romaníes se caracterizaron por no deman- dar a los muchos victimarios que los diezmaron a lo largo de su dispersa existencia. Por caso el nazismo, que exter- minó a unos seiscientos mil gitanos en Europa central. (*) Director del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Empresarial Siglo 21.