La misión argentina en la ONU se retiró ayer del recinto de las Naciones Unidas antes de que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, pronunciara su discurso en la Asamblea General. Como en años anteriores y tras el atentado perpetrado a la AMIA, nuestro país volvió a dejar vacíos sus asientos en el organismo cuando empezó a hablar el jefe de Estado de la nación persa. «Argentina dio precisas instrucciones para que se retire (el embajador argentino ante la ONU Jorge) Argüello y que no esté presente cuando hable Ahmadinejad», sostuvo ayer a la tarde el canciller Héctor Timerman, en declaraciones a la prensa argentina. El jefe de la diplomacia agregó que «por el tono del discurso que daba el iraní, se empezaron a retirar Estados Unidos y después algunos otros países», entre los que mencionó al nuestro. En otro orden, el canciller ratificó la posición argentina de reclamar cambios en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas porque -dijo- «el mundo cambió y ya no es la situación de 1945».
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