Con una idea vieja, pero presentada esta vez al más alto nivel de la política internacional, Cristina Kirchner buscó salir del callejón sin salida en el que se encontraba el reclamo a Irán por la AMIA. En vez de insistir con el pedido de cada año para que ese país extradite a los ocho sospechosos de haber participado en el atentado para que sean juzgados en Argentina, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Presidenta le ofreció ayer al gobierno de Mahmoud Ahmadinejad que acepte “enviarlos a un tercer país neutral” para que sean juzgados allí “con todas las garantías”. La idea ya había sido explorada por el ex canciller Rafael Bielsa a comienzos de la presidencia de Néstor Kirchner. Los intentos siguieron por canales diplomáticos reservados y resurgieron este año, cuando el fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, llegó con esa misma propuesta a Lyon, Francia, donde la Interpol lo logró sentar con representantes del régimen iraní. Pero nunca hubo caso. ¿Hay alguna perspectiva de que Irán revea esa postura? Pocas. Ante la consulta de Clarín, la Presidenta subrayó que su ofrecimiento, en la sede de la ONU y en nombre del país, tenía “otra relevancia” que los anteriores. Pero al mismo tiempo, concedió: “No digo que podamos abrigar esperanzas. Pero por lo menos mostramos una postura más amplia y generosa de la Argentina, que fue la víctima de estos atentados terroristas. No tenía sentido insistir por cuarta vez con un reclamo que no tenía ningún tipo de eco”. La Presidenta citó como antecedente el caso del atentado contra el avión de Pan Am en Lockerbie, Escocia, en 1988, en el que murieron 270 personas, también usado en la propuesta de Bielsa. Trece años más tarde, Libia aceptó entregar a dos ciudadanos de su país a Holanda, donde fueron juzgados por magistrados escoceses. La idea del Gobierno es “mantener la iniciativa”, dijo una fuente de la delegación. “Darle a Irán todas las posibilidades y, en todo caso, dejar expuesta su negativa”. “Más garantías es imposible ofrecer”, resumió Cristina, que hasta se animó a sugerir que el juicio podría realizarse “en un país islámico o de mayoría musulmana si quieren más garantías” con la única condición de que se cumpla “con el debido proceso jurídico”. Apenas terminado el discurso, a metros del estrado, la Presidenta recibió el agradecimiento de parte del presidente de la DAIA, Aldo Donzis, y el representante de los familiares de las víctimas, Sergio Burstein, que acompañaron a la comitiva argentina a Nueva York. Donzis, que no quiso dar entrevistas por estar celebrando la fiesta del Sucot, comentó entre los suyos que era necesario “mantener el tema en el primer plano y solicitar la colaboración de otros países”. Burstein calificó como “una jugada sumamente inteligente dejar pegado a Irán como parte del terrorismo internacional y dejar la pelota en el campo de ellos”.
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