El ingreso en el Parlamento sueco del partido ultraderechista Demócratas, luego de las elecciones de este domingo, cuando lograron 5,7% de votos y 20 bancas, es sólo el último caso de avance de agrupaciones de este signo en casi toda Europa. Aunque el reelecto premier sueco, el conservador moderado Fredrik Reinfeldt, rechazó de plano negociar con los Demócratas para formar gobierno y ofreció hacerlo con los verdes de centroizquierda, el hecho es que la civilizada Suecia contará desde ahora con un importante bloque parlamentario de derecha xenófoba. Su progreso en las urnas, sin embargo, no es una excepción en Europa.
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