PRENSA

Los médicos calificaron de «lamentables» las acusaciones de antisemitismo de Rojkés

La indignación y el enojo estuvieron contenidos ayer entre los autoconvocados. Si bien hubo fuertes y firmes refutaciones a la acusación de la presidenta del Partido Justicialista, Beatriz Rojkés de Alperovich, respecto de que el movimiento tiene comportamientos antisemitas y descuida a los sectores sociales más vulnerables, el foco de la atención se volcó a encontrar una salida a la crisis en la salud. En la reunión del PJ del martes, la senadora nacional sostuvo: «en las protestas (de los autoconvocados) tenemos un alto índice de agresividad y de antisemitismo, que nos preocupan; si un enfermo va a ser atendido por personas tan agresivas, y si además de agresivas son antisemitas o no les gustan los pobres, es para pensarlo». Escalonadamente, los referentes de los médicos en paro se turnaron para criticar estas afirmaciones. Adriana Bueno, además, reconoció que se habló sobre este tema en la reunión mantenida con los ministros Pablo Yedlin y Jorge Jiménez, pero que se lo soslayó para buscar soluciones comunes. «Fueron dichos lamentables y un poco oportunistas. No es justo victimizarse luego de la pérdida de vida de seis millones de judíos. Es injusto que nos descalifique, que es una forma estrecha de ejercer su función; hubiese sido mejor que nos acerque propuestas. Sobre nuestra sensibilidad hacia los pobres no hablamos nosotros, sino nuestros pacientes, nuestra historia y el acompañamiento de la sociedad», replicó Bueno.