Mientras espera su ejecución en una celda de la prisión de Tabriz, en el noroeste de Irán, ya suman más de 400.000 las personas que se unieron y ofrecieron sus firmas para pedir al régimen iraní que suspenda la condena a muerte de Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer de 43 años acusada de uno de los peores delitos que pueden cometerse en su país: el adulterio. El caso de Sakineh conmueve al mundo y una vez más aflora a la superficie la polémica por las penas que establece la legislación iraní. Por su delito, le corresponde la lapidación: ser enterrada hasta el cuello y apedreada hasta la muerte. Es por eso que, desde que salió a la luz, organismos internacionales denunciaron la condena y exigieron a Teherán la anulación. Pero la Justicia iraní accedió por ahora a estudiar el caso y a suspender, hasta el momento, el método de ejecución, con lo cual, de llevarse a cabo, quizás Sakineh se salve de la lapidación pero no de la horca. Organizaciones de derechos humanos siguen avanzando en su intento por salvar de la muerte, sumando adhesiones a diario. Hasta el momento, Amnistía Internacional superó las 255.000 firmas. Y la web Freeesakineh.org ya suma más de 157.000 adhesiones, entre las que figuran la de la Premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi; el brasileño Fernando Henrique Cardoso; la ex rehén de las FARC Ingrid Betancourt; el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg; los actores Michael Douglas, Gwyneth Paltrow y Catherine Zeta Jones, y músicos como Sting.