PRENSA

El modelo Lockerbie para investigar

Irán rechazó el ofrecimiento que el fiscal Alberto Nisman hizo ayer en Lyon, orientado a que el juicio por el atentado a la AMIA se hiciera en otro país con garantías para todas las partes. Ya durante la presidencia de Néstor Kirchner se había intentado algo análogo, con idéntico final. El jueves 21 de agosto de 2003, el ex embajador en Argentina Hadi Soleimanpour entre 1991 y 1994, fue detenido en Londres a raíz de un pedido de captura internacional que lo acusaba de participar del atentado; dos días después el gobierno iraní anunció la suspensión de toda la cooperación económica con la Argentina.

A partir de entonces el Gobierno argentino comenzó a explorar la posibilidad de convocar a una mediación internacional para avanzar en la investigación; se buscaba «… apelar a alguna forma de involucramiento internacional que le pudiera dar a toda esta cuestión la necesaria objetividad». La idea era encontrar una salida equivalente a la utilizada para investigar el atentado contra el avión de Pan Am en Lockerbie, Escocia, de 1988, que fue juzgado por un tribunal escocés en territorio holandés, luego de un acuerdo entre Libia, EE.UU. y Gran Bretaña bajo el paraguas de la ONU. La propuesta argentina era que el país fuese Marruecos.

Si bien las organizaciones judías en la Argentina en un primer momento manifestaron rechazo, luego de que Soleimanpour saliera libre bajo fianza en una primera instancia (antes de quedar libre definitivamente) la AMIA y Memoria Activa apoyaron la idea. Pablo Jacobi, abogado de Memoria Activa, dijo que «… si Gran Bretaña no extradita a Soleimanpour, sería un camino para mantener vivo el caso». La DAIA siguió manifestando su rechazo.

En noviembre de 2003 Irán rechazó la propuesta de constituir un tribunal en un tercer país. En marzo de 2004 se intentó una reunión entre el presidente Néstor Kirchner y el presidente Mohamed Jatami. En 2005 una delegación de la Cancillería iraní visitó Argentina para explorar algún acuerdo para encarar la cooperación judicial en el caso AMIA. Pero no se llegó a acuerdo alguno.

En marzo de 2010 Irán se vuelve a mostrar inflexible. Esta posición no resuelve ninguno de los problemas iraníes en la arena internacional, ni hace más creíbles las reiteradas manifestaciones de inocencia de los ciudadanos iraníes a quienes la justicia argentina, desde hace ya tres lustros, intenta interrogar y escuchar.