PRENSA

D´Elía sigue defendiendo al prófugo de la AMIA:

Luis D’Elía opinó ayer ante Clarín que el iraní Mohsen Rabbani «es una buena persona» y declaró creer en su «inocencia» en torno a los cargos que le imputa la justicia argentina, que lo considera uno de los principales sospechosos de participar en la voladura de la AMIA. Mientras que el gobierno nacional intentó ayer despegarse de sus actividades, D’Elía siguió cosechando repudios entre las principales instituciones judías, incluyendo también la del embajador israelí, Daniel Gazit, por su reciente viaje a Teherán, adonde almorzó y conversó largamente con Rabbani, ex agregado cultural de la embajada iraní en Buenos Aires hacia 1994 y considerado prófugo aquí.

«Soy dueño de viajar donde quiera y ver a quien quiera», insistió ayer el líder de la Federación Tierra y Vivienda.

«Que D’Elía vaya o no a Irán, es una cuestión de D’Elía», dijo por su parte el ministro del Interior, Florencio Randazzo. No es la primera vez que ante actos o declaraciones controvertidas de D’Elía, el oficialismo busca despegarse de su figura. Randazzo afirmó esta vez que el ex funcionario kirchnerista ya «no» integra el Gobierno «ni fija posiciones» de política exterior. Pero refutando estas teorías, el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, señaló que en la misma gira que lo llevó a Irán, D’Elía estuvo en Italia defendiendo la ley de medios K. Y por el otro lado, recordó que su esposa es funcionaria de la legislatura bonaerense.

Las llamas esta vez comenzaron a arder tras la decisión del dirigente piquetero de aceptar una invitación del gobierno iraní para participar del 31 aniversario de la Revolución Islámica que llevó al poder a los ayatolás. En su diálogo con Clarín, D’Elía aseguró ayer que «no» habló de la causa judicial sobre AMIA con Rabbani, porque «no» existe ese nivel de confianza con él, a quien calificó como una «alta autoridad religiosa» en Irán, con una «actividad pastoral» de años en la Argentina.

D’Elía contó a este diario que su encuentro con Rabbani se produjo durante su visita que hizo a la facultad de teología de Qom, y que fue gracias a la amistad que todavía une a este último con el líder espiritual de la mezquita de Flores, Abdul Karim Paz, con quien a su vez D’Elía mantiene una fluida relación. «Yo salía de la facultad nos invitó a almorzar», explicitó D’Elía, que estuvo acompañado por el médico Jorge Rachid, y hoy miembro de la agrupación Soberanía y Liberación y por el líder de Quebracho Fernando Esteche.

Entre tanto, según pudo saber Clarín, Esteche y otras organizaciones sí compartieron una larga jornada con Rabbani. Una delegación iraní les hizo a los argentinos una detallada exposición para que pudieran iniciar en la Argentina lo que llaman una campaña de concientización y difusión que –según ellos– buscará demostrar que Irán «no» estuvo implicado en el atentado a AMIA de 1994, que dejó 85 muertos y cientos de heridos.

En la larga y extensa jornada que mantuvo el grupo argentino con Rabbani y otros iraníes, oyeron decir, entre otras cosas que a Irán no le convenía el atentado, porque para entonces, Argentina era uno de sus principales socios, en materia comercial como nuclear.