PRENSA

EE.UU., Francia y Rusia redoblan la presión a Irán

Rusia se sumó a Estados Unidos y Francia para exhortar a Irán a que desista de elevar el grado de enriquecimiento de uranio, en una declaración difundida ayer, en la cual se insinúa que el proyecto refuerza las sospechas de que Teherán intenta fabricar armas nucleares.

Ayer, y en abierto desafío a la comunidad internacional que amenaza con sanciones, el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad anunció que su país está instalando máquinas centrifugadoras en Natanz, su planta principal de enriquecimiento de uranio.

Ahmadinejad dijo en conferencia de prensa que las nuevas centrifugadoras todavía no están funcionando, pero son cinco veces más eficientes que los modelos anteriores en Natanz.

El nuevo trabajo de enriquecimiento significa una preocupación mayor para Estados Unidos y sus aliados porque a niveles superiores el material puede usarse en ojivas nucleares.

En una carta confidencial al jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), EE.UU., Francia y Rusia pusieron en duda la afirmación de Teherán de que el objetivo del enriquecimiento a mayor grado era proveer de combustible a un reactor utilizado para producir isótopos medicinales. Al contrario de situaciones anteriores, esta misiva une en una misma posición a las tres potencias respecto de Irán.

«Si Irán avanza con esta escalada, provocará nuevos temores acerca de (sus) intenciones nucleares», dice el texto. Y agrega que la decisión de Irán de enriquecer al 20 por ciento es «totalmente injustificada, contraria a resoluciones del Consejo de Seguridad». La marca del 20% es el umbral entre el uranio de bajo y alto grado de enriquecimiento.

Con todo, Ahmadinejad dijo ayer que interrumpiría el proceso de enriquecimiento de uranio a niveles del 20 por ciento si se implementa un acuerdo de intercambio de combustible nuclear con las potencias mundiales.

«Siempre hemos dicho que estamos listos para exportar nuestro uranio de bajo enriquecimiento para obtener el combustible para el reactor médico de Teherán y continuamos estando listos para ello, incluso con Estados Unidos. Pero también decimos que necesitamos ese combustible para el año que viene y si no se alcanza ningún acuerdo lo haríamos nosotros mismos bajo supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica», dijo. Y advirtió que si su país es sancionado, «nuestra respuesta los hará arrepentirse».