PRENSA

Cristina piensa ir a Israel en junio

Cristina de Kirchner analiza visitar Israel en junio del año próximo; será la segunda vez que se traslade al Estado judío, pero la primera en condición de Presidente.

La posibilidad de la visita surgió en la entrevista en la Casa Rosada con el presidente israelí, Shimon Peres, quien le extendió la invitación. En principio, Peres sugirió que Cristina de Kirchner participara en la Conferencia Internacional que organiza todos los años, y a la que suelen concurrir decenas de jefes de Estado y personalidades de todo el mundo. Dado que en 2010 el tema a tratar será el rol de la mujer en la sociedad moderna, la presencia de la mandataria argentina resultaba más que adecuada.

Sin embargo, esa conferencia se realizará en mayo, y coincidirá con la celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo. Por eso, Peres estará trabajando con sus asesores en la posibilidad de mover la Conferencia a junio, de modo de facilitar la participación de la mandataria. De no ser factible esta modificación de agenda, la Presidente viajaría en junio de todos modos.

La Conferencia, cabe apuntarlo, se realiza en el Beit Ha Nasí (la Casa del Presidente), un bello pero austero edificio en el centro de Jerusalén que sirve a la vez de residencia del jefe de Estado, lugar de «lobby» político (el premier Benjamín Netanyahu visita a Peres al menos dos veces por semana para consultarlo) y hasta de sitio de oración (Moshé Katzav, el antecesor de Peres en el cargo, hizo construir una pequeña sinagoga en el jardín interior de la residencia).

El salón principal de la casa, donde se hará la Conferencia, es el rincón más notable de la edificación -como toda Jerusalén, de piedra caliza- porque está techado con frescos pintados por Marc Chagall, uno de los artistas preferidos de Cristina.

Controversia

Allí habló el costarricense Oscar Arias el domingo pasado, pese a que su visita estuvo cargada de controversia porque declaró que viajaría «al Estado Palestino y a Tel Aviv». Costa Rica no sólo reconoce a Palestina como Estado; también (junto con El Salvador) fue el último país en cerrar su embajada en Jerusalén y reabrirla en Tel Aviv.

La excursión de Cristina de Kirchner por Medio Oriente (se descarta que también visitará la Autoridad Palestina) se producirá tres meses después de que su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, haya pisado Tierra Santa. El viaje de Lula será entre el 14 y el 19 de marzo de 2010. La intención del brasileño es ir también a Jordania y a Cisjordania, pero ahora surgió una sombra no menor sobre ese tour. Se trata, obviamente, del encuentro que mantuvo en Brasil con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, muy criticado por la propia prensa brasileña. Lula dijo que había sido invitado por el jefe del régimen teocrático para visitar Irán en marzo del año que viene. Lula ya había anunciado su viaje a Israel, a la Autoridad Palestina y a Jordania; no parece siquiera imaginable que las autoridades israelíes acepten que Lula viaje a Israel como parte de una tournée que incluya Teherán.

En sentido inverso, es obvio que no se opondrán a que vaya a Amán y a Ramala; con el reino hachemita hace años que Israel está en paz, y por estas horas -en relación con la Autoridad Palestina- el dilema de Netanyahu es cómo apoyar a Mahmud Abás todo lo posible, pero a la vez no apoyarlo demasiado para no alienarle el favor de los votantes de Cisjordania y desear que se presente a las elecciones de enero.

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En este marco es que el premier israelí anunció el congelamiento de la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania: se trata claramente de un regalo para Abás, para contrapesar el «regalo» involuntario que le harán a Hamás la próxima semana cuando finalmente se concrete el canje del soldado Guilad Shalit por un número indeterminado de terroristas presos en cárceles israelíes. El acuerdo se anunciaría tras la pausa que marca la festividad musulmana de Id Al-adha, que comienza hoy.

Entre esos futuros liberados, cabe recordarlo, está Maruán Barguti, principal opositor de Abás (y de su presunto sucesor, Salem Fayad), amigo de sus enemigos de Hamás y partidario de retornar a la «resistencia» (léase atentados terroristas) contra el Estado judío.

Rechazo

Como era de esperar, Abás rechazó de plano el congelamiento porque no incluye a los barrios árabes de Jerusalén oriental, una zona a la que todos los palestinos aspiran a convertir en la capital de su futuro Estado.

Aunque se declaman las expectativas de que el congelamiento de la construcción en los asentamientos reactiven las conversaciones de paz, no parece, sin embargo, haber sido ése el objetivo de Netanyahu. La paz que se vive en la región desde que terminó la Operación Plomo Fundido, en Gaza, en enero último, hace que ambas partes parezcan satisfechas con mantener el statu quo, una realidad que sin duda se modificará cuando Barguti retorne a la vida política y los centenares de terroristas liberados a cambio de Shalit sean recibidos como héroes en los territorios gobernados por Hamás pero también por Al Fatah.