PRENSA

Zaffaroni, profesor de derechos humanos para futuros policías

Eugenio Zaffaroni –ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y destacado por su experiencia en temas relacionados con los derechos humanos– ofreció ayer una clase magistral para alrededor de 400 agentes de la nueva Policía Metropolitana. Fue en el marco de la formación de este cuerpo que, aún sin haber salido a la calle, concentra las críticas de todo el arco opositor al gobierno de Mauricio Macri. Ausente de estas polémicas, Zaffaroni aseguró: «Para revertir el estereotipo negativo de la policía es indispensable generar un cuerpo con inmersión en la comunidad». Zaffaroni estuvo acompañado por el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, y Macri.

El juez de la Corte hizo un recorrido por la historia reciente de distintas fuerzas policiales en el mundo. Por ejemplo, explicó cómo funcionan los modelos autonomistas en Estados Unidos, a los que consideró un fracaso: «Ineficaces y de consecuencias desastrosas. Los gobiernos han pactado con los cuerpos policiales, lo que ha significado la muerte de la credibilidad de las fuerzas», apuntó aludiendo a la policía en general. Zaffaroni animó a los agentes y a los docentes de la academia para que aprendan de los fracasos: «Tienen que servir para no repetir errores». Mientras Zaffaroni captaba la atención de los agentes, una versión periodística instalaba la posible renuncia del ministro de Justicia y Seguridad. Montenegro la desmintió categóricamente: «Me dan como renunciante cada 15 días», le dijo a Clarín y deslizó, con sorna: «Estoy atornillado». La presencia de Macri a su lado también fue un fuerte aval.

Lo cierto es que en los últimos tiempos Montenegro ha sido muy cuestionado. Primero por la designación de Jorge Fino Palacios al frente de la Policía Metropolitana, luego procesado por irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA; y ahora por la detención de Ciro James –un ex policía que iba a asumir en la nueva fuerza–, acusado de espiar a Sergio Burstein, familiar de una víctima del ataque a la mutual judía. Después de una hora de charla, Zaffaroni advirtió a los agentes: «Como la fortuna que se hereda, hay que tener cuidado de no dilapidar todo lo que hemos logrado en materia de derechos humanos».