PRENSA

Narodowski admite vínculos con un espía

Mientras el ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, reconoció ayer ante la Justicia que un abogado y ex policía preso por espiar comunicaciones telefónicas fue empleado suyo hasta hace 15 días, el juez federal Norberto Oyarbide, que investiga esas tareas de espionaje, pidió la detención de un alto jefe policial misionero, supuestamente ligado con el caso.
Narodowski dijo que Ciro James trabajaba en el área del ministro, junto con «unos 400 empleados, pero que no sabía exactamente qué hacía allí», confió a DyN una fuente judicial que participó en la audiencia en la que Narodowski prestó declaración testimonial ante Oyarbide.
De todos modos, en la causa ya constan dos contratos de James con el gobierno porteño por tareas en el área del ministerio. La sospecha es que James de este modo era remunerado por sus otros trabajos de inteligencia. En su casa le fueron secuestrados aparatos para realizar filmaciones con cámaras ocultas y escuchas telefónicas.
James está involucrado en el caso de escuchas a Sergio Burstein, referente de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, y al empresario Carlos Avila. Habría sido quien aportó a policías misioneros los teléfonos de Burstein y Avila para que se escucharan sus comunicaciones, durante la investigación de un caso de homicidio, ligado con un robo.
James fue oficial de la Policía Federal. Habría trabajado en la misma división que el comisario mayor retirado Jorge «Fino» Palacios y es el principal sospechoso del presunto espionaje.
El caso salió a la luz cuando Burstein denunció que fue alertado a través de una llamada anónima de que su teléfono estaba «pinchado» y que detrás de ello habría estado Palacios, procesado por encubrimiento en la causa AMIA.
La intervención de los teléfonos de Burstein y de Avila fue dispuesta por el juez Horacio Gallardo, de Misiones, en la causa por el homicidio del contador José María Piccoli, ocurrido, en 2005, en Posadas.
En esta causa también fueron detenidos el jefe de Homicidios de la Policía de Misiones, Raúl Alberto Rojas, y el auxiliar de inteligencia Diego Gastón Guarda.
Ahora, el juez Oyarbide pidió la detención de otro jefe de la Policía de Misiones, el director de Investigaciones, comisario mayor Rubén Quintana. La orden está dirigida al juez federal de Posadas, Claudio Ramón Chávez. Una delegación de hombres de la Policía Federal viajó ayer a Posadas para trasladar al oficial una vez que sea detenido.
Oyarbide quiere indagar a Quintana por su responsabilidad en la firma de un informe en el cual se solicitó la intervención de la línea telefónica de Avila.
A raíz de la relación, James y los policías Rojas, Guarda y Quintana habrían intercambiado información acerca de un prófugo en la causa y su supuesta vinculación con piratas del asfalto.