Se tomó unos días para la respuesta formal, pero al final el gobierno iraní replicó con una carta de inusual dureza al mensaje que Cristina Kirchner pronunció ante la Asamblea de la ONU, reclamándole al régimen de Teherán por su falta de colaboración en la investigación del atentado a la AMIA.
En la nota presentada ante la Asamblea de Naciones Unidas cuyo contenido se difundió ayer, el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad afirmó que la acusación de la Justicia argentina a funcionarios iraníes que habrían estado vinculados con el atentado era «infundada e irresponsable». Y aprovechó para responder con una lluvia de críticas.
«Es difícil de entender por qué las autoridades argentinas insisten en exponer al mundo la ineptitud de su sistema judicial y su vulnerabilidad a las presiones políticas internas y externas», dice el documento presentado por el representante de Irán en Naciones Unidas, Mohammad Khasaee, según difundió la agencia Reuters.
«Todo el caso AMIA está ensombrecido por la incompetencia, la manipulación, la corrupción y la fabricación de documentos falsos», agrega el mensaje, en referencia a la investigación por el atentado.
La presentación iraní fue en respuesta al reclamo de Cristina Kirchner por la extradición de funcionarios iraníes supuestamente involucrados en el ataque en su discurso ante la Asamblea General el 23 de septiembre.
La justicia argentina solicitó la captura internacional de cinco iraníes y un libanés, actualmente buscados por Interpol. Irán, que ha negado reiteradamente cualquier participación en el atentado, respondió por su parte pidiendo el arresto de cinco argentinos.
Como en años anteriores, la Presidenta aprovechó su viaje a Nueva York para reiterar el reclamo por la falta de colaboración iraní. También hizo referencia al nombramiento del nuevo ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, al que Justicia argentina acusa de estar implicado en el atentado en el que murieron 85 personas.
Pero además, Cristina apuntó esta vez directamente contra Ahmadinejad, al que acusó de «negar tragedias históricas que occidente ha sufrido durante el siglo XX (el Holocausto)» y le rogó colaboración. «Creo que ninguno de los dos creemos que Dios pueda obligarnos a proferir amenazas o a no cumplir con la Justicia», le dedicó sin nombrarlo.
Unos días después, Ahmadinejad respondió en una conferencia de prensa: «Queremos aconsejarle al Gobierno argentino que en vez de cumplir con el interés de una minoría de sionistas en Argentina busque el interés y beneficio para todos». Y ayer llegó la respuesta formal por escrito: «Las falsas acusaciones, que se basan en testimonios descaradamente mentirosos, se unen a inferencias totalmente absurdas e indican la existencia de fuertes sentimientos anti-musulmanes en la política argentina», afirma la carta.