PRENSA

Gesto del Gobierno hacia la colectividad

En un gesto político, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, almorzó ayer con las autoridades de la AMIA en la reconstruida sede de la mutual judía, en lo que significó un acercamiento con la dirigencia comunitaria luego de las críticas al funcionario por su participación, pese al shabbat, en un acto con familiares al cumplirse 15 años del atentado a la entidad. Desde la dirigencia de la AMIA, el presidente de la mutual, Guillermo Borger, confió en que «con la gestión del flamante Jefe de Gabinete se pueda profundizar lo que haga falta para el esclarecimiento del atentado».
Precisamente, el sábado pasado se cumplieron 15 años de aquella masacre, pero la comunidad judía decidió no convocar a actos masivos por las recomendaciones generales dispuestas en el marco de la pandemia de la gripe N1H1 aunque también hay diferencias entre distintos sectores comunitarios que dificultaban una acto.

No obstante, algunos familiares se acercaron ese sábado, día santo en la religión judía, hasta la sede de la AMIA para rendir homenaje a sus muertos. Allí estuvo el jefe de Gabinete.

Horas después, Borger sostuvo que esa presencia tuvo como objetivo «confundir a la sociedad y a la comunidad judía» y afirmó que ese acto «no fue realmente para hacer un homenaje» sino que «quisieron hacer un acto contra la actual gestión de la AMIA y de la DAIA». Públicamente, Fernández aseguró que antes de ir consultó a la AMIA y que no recibió objeciones, pero no trascendió si durante el encuentro de ayer el jefe de Gabinete brindó explicaciones sobre su presencia en ese acto. «Dios bendiga a nuestros hermanos mayores en la fe», escribió el ministro en el libro de visitas.