PRENSA

Procesaron al testigo clave que dio vuelta la causa AMIA en el 2003

El frente judicial de Claudio Lifschitz, el testigo clave que en el 2003 vio vuelta el juicio por el atentado de la AMIA, se complicó aún más.

Por un lado, la Cámara Federal porteña lo procesó por haber revelado secretos del Estado en su libro «AMIA por qué se hizo fallar la investigación», el mismo que escribió en 1997 luego de renunciar al juzgado del ex juez Juan José Galeano. Lo redactó durante un estadía de 6 meses en Nueva York que le pagaron «empresarios periodísticos» que no identificó por «cuestiones de confidencialidad».

Por otro, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral avanza en un juicio por supuesta falsificación de documentos en la compra de un auto que seguramente se revolverá después de la feria judicial.

Además, su ex esposa Graciela Toribio Astorga apeló a la Cámara Nacional de Casación el sobreseimiento que le dictaron por insolvencia fraudulenta por alimentos en un juicio de divorcio.

Todo mientras se hace difícil encontrar los culpables de dos misteriosas denuncias del ex prosecretario de Galeano por secuestro e intento de asesinato. Y se conocen nuevos vínculos con Raúl Martins, un ex agente de la SIDE señalado como regente de cabarets VIPs.

Lifschtz es el testigo que reveló el pago de 400 mil dólares que hizo la SIDE a Carlos Telleldín, el reducidor de autos robados que entregó la Trafic usada como cochebomba, y denunció otras supuestas irregularidades en la investigación de Galeano. Estas son investigadas actualmente en una causa paralela que investiga el juez federal Ariel Lijo.

La sala II de la Cámara Federal porteña, integrada por los jueces Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah, confirmaron su procesamiento por haber revelado «información secreta emanadas de autoridades extranjeras» que llegaron a sus manos por ser funcionario público. Lifschitz alegó que lo hizo para denunciar el «encubrimiento» del caso.

Por otra parte, Clarín reveló el domingo que afirmó, en una declaración jurada ante escribano, que recibió «una pequeña fortuna» por haber robado supuestamentamente el video en que Galeano hablaba con Telleldín de la compra de un libro y declarado a favor de ex policías bonaerenses. Lisfchitz negó a este diario esas dos afirmaciones. Lo cierto es que Toribio Astorga llegó a la Casación para quejarse de un fallo de la sala V de la Cámara del Crimen. En su presentación para reclamar el pago de alimentos de sus dos hijos que no recibe desde «hace 4 años», atribuyó a Lisfchitz la compra y venta de 34 autos a través de su secretaria, de su madre o de sus empresas Cladel SRL y Liclau, así como de un lujoso triplex y un ciber. Lisfchitz explicó que no puso los autos a su nombre por «su situación de testigo» del caso AMIA.

También pide que se levante el secreto bancario de una cuenta abierta en la sucursal de Marbella del banco La Caixa (ver facsímil) y de una caja de seguridad. Lifschitz afirmó a este diario que solo tuvo allí 15 mill euros y pidió a Lijo «ser testigo protegido». Si le dan esa condición y le «cambian la identidad, mis hijos nunca cobrarán la cuota alimentaria» dijo Toribio Astorga a su abogada.